Esta máxima acuñada en la Roma Imperial, nos recomienda el ejercicio de la memoria para mejor comprender la compleja trama del presente y hasta poder intuir lo por venir.
A pesar de tiempos y distancias, la eterna ciudad y su cultura, de algún modo aún se nos presenta a diario. Revisando la historia romana, no es difícil reconocernos en los sueños, avatares, grandezas y miserias de aquella gente. Tampoco es difícil reconocer entre nosotros la supervivencia de sus costumbres, leyes, juegos... y, por supuesto, arte.
Naturalmente, entonces, he intuido correspondencias que vinculan a migrantes clandestinos del Siglo XXI, con los esclavos - gladiadores que en el circo de principios de nuestra era, ofrendaban su vida a algún César. El mismo circo monumental (por otra parte tan similar a nuestros estadios), donde me ha resultado absolutamente natural ubicar escenas de Wall Street, o una sesión de nuestro parlamento.
Tal vez solo unas pocas de las tantas perennes creaciones de la política romana: "Panem et circences"
Óleo - 1,80 x 1,80 mts.
"Ave Caesar morituri te salutant" (Salve César, los que van a morir te saludan) - Óleo - 1,60 x 1,60 mts.
"Aspice respice prospice" (Observa el presente, mira el pasado, ve el futuro) - Óleo - 1,80 x 1,30 mts.
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