Emblemático por su carga historico-simbólica, el carnaval veneciano despliega su pintoresquismo en una ciudad que más se asemeja a una gigantesca escenografía, inversamente duplicada en sus aguas.
Multiplicado en innumerables pinturas, esculturas, monumentos y diseños varios, nos acecha por
doquier la figura de un león que no es un león, sino el evangelista Marcos.
Una multitud de personas (disfraces y máscaras mediante), desarrollan el antiguo y simbólico ejercicio de jugar a ser otros.
Mientras, en las alturas, se destacan cúpulas que en su forma encierran la obvia alusión a otra bóveda: la de un cielo poblado por astros en cuyo agrupamiento extrañamente configurado, muchos intentaron escudriñar nuestros destinos.
Acrílico - 1,60 x 1,60 mts.
Acrílico - 1,60 x 1,60 mts.
Acrílico - 1,60 x 1,60 mts.
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